¡Ya tengo un añito!

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¡Ya tengo un añito!

¿Tu bebé ha cumplido un año? Entonces seguramente ya haya empezado a caminar y a toquetearlo todo por la casa. Se expresa cada vez mejor y está mucho más activo. Ya no se parece, en nada, al indefenso bebé de hace unos meses.

A pesar de que el desarrollo físico y emocional de cada bebé es diferente, lo cierto es que se observa un cambio sustancial en sus capacidades con la llegada del primer año de vida. Su desarrollo físico ha avanzado considerablemente durante estos últimos meses y sus músculos y huesos son cada vez más fuertes:

  1. Sujeta con fuerza las cosas en la mano, como sus juguetes, un biberón pequeño o la taza del desayuno.
  2. Su capacidad visual le permite percibir los objetos con más precisión, por lo que los observa con detenimiento y curiosidad.
  3. Se sostiene con firmeza sobre sus piernas para caminar o dar sus primeros pasos y sujetarse a los muebles para alcanzar su objetivo.
  4. La curiosidad le lleva a desplazarse y a mejorar sus habilidades cognitivas, con lo que su interés por caminar o jugar es mucho mayor.
  5. Es mucho más independiente y le costará quedarse quieto en su mantita o tumbona.
  6. Sus piernas son ya lo suficientemente fuertes para que se levante y se siente sólo, se quede parado y camine.
  7. Su coordinación psicomotriz continuará mejorando a lo largo de los próximos meses: empezará a canturrear, a caminar mejor e incluso bailar y tocar palmas, saltar, decir adiós y corretear.
  8. Sus dientes le permitirán masticar mejor la comida, algo que notarás sobre todo en el cambio de la alimentación del bebé.

En cuanto a su desarrollo emocional, observarás cómo tu bebé deja de ser un bebé indefenso y empieza a convertirse en una persona autónoma e independiente:

  1. El bebé ha tomado ya conciencia de su existencia y ya se percibe a sí mismo como un ser independiente.
  2. El número de personas a las que reconoce y recuerda se amplía cada día que pasa, pero seguirá protestando cada vez que te separes de su lado.
  3. Su personalidad comienza a desarrollarse y sus gustos comienzan a definirse: es el momento de empezar a fijar límites.
  4. Querrá expresarse con más contundencia, intentando imponer su voluntad y se enfadará, por lo que empezarán las primeras rabietas.
  5. Seguramente, ya tendrá un vocabulario que vaya bastante más allá de papá y mamá. Icluso es posible que empiece a formar sus primeras frases. Sus capacidades lingüísticas aumentarán considerablemente a lo largo de los próximos meses.
  6. Le encanta mirarse en el espejo, ya que ahora ya sabe que la imagen que se refleja es la suya, por lo que observará atentamente e interactuará con él.
  7. Le gustará esconderse para que lo llames y lo busques, y subirse a todo, así que debes tener mucho cuidado no vaya a hacerse daño o quedar atrapado.

Es un momento ideal para la estimulación del bebé, ya que estará mucho más despierto, más receptivo y con ganas de jugar contigo:

  1. Los cubos y juegos de encajar piezas son sensacionales para mejorar la destreza manual del bebe de un año. Mejorará su razonamiento abstracto y su motricidad.¡Ya tengo un añito!
  2. Los juegos de abrochar botones y corchetes, subir y bajar cremalleras, enroscar y tapar también tienen el mismo objetivo y a tu bebé de un año le encantarán.
  3. En la bañera ya podrás sentarlo en una silla que se sujeta al fondo con ventosas. Puedes aprovechar para utilizar algunos juguetes especiales para el baño.
  4. Después del baño, háblale de las partes de su cuerpo mientras lo vistes o le das un masaje: aprenderá a conocerse a sí mismo y adquirirá más independencia.
  5. Léele cuentos. No sólo desarrolla su imaginación, su memoria, su vocabulario y sus capacidades lingüísticas, sino que también refuerza vuestros lazos afectivos. Hazlo a la misma hora todos los días y le ayudarás a establecer hábitos y rutinas.
  6. Ponle música y cantad juntos. Los juguetes musicales como pianos de juguete o xilófonos también son muy adecuados para esta época: ayudarás a tu bebé a desarrollar el sentido del ritmo y el oído. La coordinación de tu bebé de un año mejorará considerablemente.
  7. Jugad en el pasillo con una pelota de peluche, lanzándoosla uno al otro, sentados o de pie.
  8. Ayúdale a caminar descalzo por casa sujetándole con el dedo o facilitándole el desplazamiento, colocando sillas o mesitas para que se sujete.

No olvides llevar a tu bebé de un año al pediatra para la revisión anual, quien le administrará las vacunas y controlará el desarrollo y la salud del bebé. Además te comunicará los principales cambios que tendrás que hacer en la alimentación del bebé.

La alimentación del bebé a partir del año supone también un paso más, ya que cada vez se parecerá más a la de un adulto. Podrás empezar a darle algunos alimentos que hasta el momento le estaban prohibidos, como brécol, coliflor, melocotón y otras frutas de pelo, chocolate, jamón, espinacas, remolacha, fresas o miel.

Es el momento adecuado para enseñar a tu bebé a comer correctamente y evitar malos hábitos. Utiliza una cuchara de plástico, una taza o vaso que le sean fáciles de sujetar y ayúdale a comer solo en la trona. Al principio le costará más trabajo, pero pronto aprenderá a manejar la cuchara él solito sin que apenas se le caiga nada. Trocea bien los alimentos e intenta que no estén demasiado duros, y permanece atenta para que no se atragante.

El bebé de un año es mucho más autónomo e independiente, pero aún continuará estrechamente ligado a ti durante mucho tiempo. Es el momento de interactuar con él realizando diversas actividades, muy importantes para la estimulación del bebé y su desarrollo.

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