A menudo ocurre que algunos niños destacan por tener ciertas habilidades o características que los diferencian de los demás. A veces, estas capacidades pasan totalmente desapercibidas y lo resumimos en un "qué espabilado" o "qué curioso". Tal vez se trate de un niño precoz, quizás con altas capacidades, o superdotado, pero ¿Cómo averiguarlo? ¿Cuál es la diferencia? ¿Cómo debo tratarlo?
Siempre ha habido una gran controversia sobre esta materia, ya que no es fácil determinar con exactitud si estamos hablando de niños superdotados, niños con altas capacidades o niños precoces. Sí se pueden establecer algunas diferencias que nos ayuden a comprender estos conceptos:
Niños precoces
Los niños precoces desarrollan sus habilidades antes que el resto de los niños de su edad. Generalmente se trata de niños inquietos y agotadores que suelen dormir poco, caminar, hablar o usar oraciones completas antes que los otros niños, con un vocabulario muy amplio y respuestas innovadoras, a menudo sorprendentes, a los problemas.
A pesar de que la precocidad suele indicar que se trata de un niño superdotado, es probable que en su desarrollo posterior acabe por no desarrollar altas capacidades o la superdotación. Del mismo modo, un niño superdotado puede no haber sido un niño precoz.
Niños con altas capacidades
Se considera que los niños tienen altas capacidades cuando, hacia los 11 o 12 años, alcanzan una puntuación cercana a los 130 puntos en un test de inteligencia. Antes de esa edad, no podemos determinar el cociente de inteligencia, ya que no todos los niños se desarrollan del mismo modo y los valores no son estables.
A pesar de que se trata de niños muy inteligentes, no poseen las habilidades especiales de los niños superdotados.
¿Cómo son los niños superdotados?
Un niño superdotado posee una inteligencia superior a la media, con un cociente intelectual igual o superior a 130, pero además de sus altas capacidades, hay otros rasgos que los caracterizan:
- Son muy creativos.
- Aprenden con mucha facilidad.
- Tienen mucha memoria.
- Son cautelosos y tenaces.
- Tienen una gran sensibilidad y capacidad empática.
- Se implica en las tareas.
- Son despiertos y curiosos.
- Prefieren lo nuevo y se aburren con lo que ya conocen o dominan.
- Poseen un gran sentido del humor.
- Son muy inquietos e inquisitivos.
- Tienen una alta capacidad de razonamiento lógico y comprensión.
- Tienen amplias habilidades sociales y de liderazgo.
- Son muy perfeccionistas.
¿Cómo tratar a los niños superdotados?
Debido a sus características específicas, los niños superdotados tienen también unas necesidades especiales.
A pesar de sus habilidades sociales y de su amplio dominio del lenguaje y la lógica, es probable que los niños superdotados lleguen a sentirse diferentes de los demás. Por ello, es importante que se sientan apoyados y queridos, pero también que dispongan de su propio espacio y libertad para desarrollarse.
Debemos ser comprensivos si el niño superdotado tiene problemas de fracaso escolar. Su curiosidad y su necesidad de aprender cosas nuevas pueden aburrirle y hacer que su rendimiento escolar no sea el adecuado. En este caso, la labor de los educadores es clave. Deben adaptarse a las necesidades de todos y cada uno de los niños, sean cuales sean sus capacidades y exigencias.
La frustración y el desasosiego también pueden afectar a estos niños más que al resto, ya que su perfeccionismo les hace difícil afrontar los fracasos. Debemos ayudarle a disfrutar de la agradable sensación de terminar una tarea, enseñarle a asumir los fracasos como algo inevitable y darle herramientas para calmar su frustración (nuevas aficiones o intereses, algo de deporte, más autonomía...).
Tanto si tu niño precoz acaba por convertirse en un niño normal, con altas capacidades o superdotado, la atención a sus necesidades específicas es clave. Debes entenderlo, escucharlo y atenderlo para que sus habilidades se desarrollen con seguridad y libertad.